Una cría de delfín del Irawadi enferma y en peligro de extinción mejora con leche entubada y con mucha ayuda

 Una cría de delfín del Irawadi enferma y en peligro de extinción mejora con leche entubada y con mucha ayuda

Cuando los pescadores encontraron al pequeño delfín Irawadi enfermo, flotando en una laguna de marea frente a la costa de Tailandia, se dieron cuenta de que su vida estaba en peligro.

Rápidamente pidieron ayuda a los expertos en conservación marina, quienes les dieron valiosos consejos para cuidar al animal hasta que llegara un equipo de rescate. El delfín fue bautizado como Paradón, en alusión a la carga que suponía salvar su vida en aquellas circunstancias tan difíciles.

Los delfines Irawadi, que se encuentran en los ríos y las aguas costeras poco profundas del sudeste asiático, están gravemente amenazados por la pérdida de su hábitat, la contaminación y las prácticas de pesca indiscriminada que los atrapan junto a otras especies.

Afortunadamente, la costa este de Tailandia, cerca de Camboya, sigue siendo hogar de unos 400 delfines Irawadi, según los expertos del instituto de investigación marina. Paradón fue trasladado a unas instalaciones especializadas en el Golfo de Tailandia, donde recibió los cuidados y la atención que necesitaba para sobrevivir.

Thanaphan Chomchuen, un veterinario del instituto, expresó que, en su círculo, habían evaluado la situación del delfín y concluido que había una reducida probabilidad de supervivencia debido a su estado crítico.

Fue colocado en una piscina de agua salada, recibió tratamiento para su infección pulmonar y se reclutaron voluntarios para vigilarlo las 24 horas del día. Para evitar que se ahogara, tuvieron que sostenerlo en su tanque y darle leche a través de un tubo de alimentación al principio, y luego con un biberón una vez que había ganado algo de músculo.

El equipo encargado del cuidado de Paradón incluye veterinarios, voluntarios y otros empleados. Un mes después, Paradón muestra mejoras en su estado de salud. El delfín bebé, que se estima tiene entre cuatro y seis meses de edad, ahora puede nadar y no presenta signos de enfermedad.

A pesar de las mejoras en su salud, Paradón sigue mostrando debilidad y requiere de atención constante. Una asesora financiera de 32 años llamada Thippunyar Thipjuntar se cuenta entre las numerosas voluntarias que se ofrecen para cuidar a Paradón.

Con la cara redonda y la boca curvada que se asemeja a una sonrisa de un bebé, Thippunya afirmó que no podía evitar acercarse a él y preocuparse por su crecimiento. Mientras le daba de comer al somnoliento Paradón el viernes, manifestó su inquietud acerca de que no estuviera recibiendo la cantidad suficiente de alimento, ya que parecía no estar comiendo lo necesario y solo quería jugar, según informó a The Associated Press.

“Debemos cuidarlo hasta que tenga dientes y sea entrenado para comer peces y ser parte de un grupo. Esto tomará un buen tiempo”, dijo Sumana. Quienes cuidan de Paradón consideran que vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo a su recuperación.

El veterinario Thanaphan dijo que la recuperación exitosa de Paradón podría ser un importante avance en el tratamiento de delfines enfermos y que la conservación de esta especie de delfines es importante para su supervivencia a largo plazo.

Thanaphan afirmó que otorgar la oportunidad de vida a Paradón no solo permitiría adquirir mayor conocimiento sobre el tratamiento de este tipo de animales, sino que también contribuiría a fomentar la conciencia acerca de la relevancia de la preservación de esta especie de delfines, la cual se encuentra en peligro de extinción debido a diversas causas como la pérdida de su hábitat y las prácticas de pesca indiscriminada.

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