Breanna Bond fue constantemente el centro de burla de sus compañeros de la escuela y otros. En el primer grado su peso era de 45 kilogramos y después era de 85 kilogramos.Un peso tan grande no fue la causa de la falla hormonal o varias enfermedades, todo era mucho más simple: a sus padres les encantaba darle a Breanna varios dulces, chocolate, donas, bollos, y la chica comía la comida rápida varias veces a la semana.

Cuando a la edad de 10 años la hija comenzó a pesar más de 80 kilogramos, los padres entraron en pánico.Le llevaban a los hospitales. Después de una serie de pruebas resultó que la obesidad de la chica no era consecuencia de una enfermedad, sino del abuso excesivo de los alimentos dulces. Entonces la chica estaba a dieta.

Ella iba a la natación y al voleibol. Por supuesto, fue duro, estaba muy cansada y muy ofendida por sus padres.

Pero su fuerza de voluntad hicieron su trabajo. Ella pudo perder 34 kilogramos. Entonces todos dejaron de reírse y burlarse de ella.

Ahora Breanna tiene 14 años y ahora ayuda a quienes lo necesitan.