Nadie le obliga a Zane Pauls a hacer esto, podría alquilar un coche y algunas personas que lo hicieran pero el hombre prefiere distribuir personalmente las comidas a sus alumnos.

Zane trabaja como maestro en una escuela primaria en la ciudad británica de Grimsby, todos los días tiene que superar 8 kilómetros para darles comida a los estudiantes de las familias pobres.

Antes de trabajar en la escuela el hombre solía ser militar, también es aficionado de los deportes, a menudo participa en varios eventos. Hace dos años participó en una maratón y recorrió casi 2.000 kilómetros a favor de la Fundación “Gato Cero”.Pauls dice :“Cuando entrega comida también se asegura de que todo esté en orden con sus alumnos. Quiere que no necesiten comida”. Siempre se comunica con los estudiantes y sus padres. Lo más interesante es que los niños también le aman mucho.

El peso total de toda la comida que Zane lleva en sus bolsas es de 18 kilogramos.Como dice el hombre una carga pesada no es nada comparada con lo que tienen que soportar los niños y sus padres. Gracias a ese hombre los niños pueden dedicar tiempo a estudiar, y no a buscar un trabajo.

Dice que “ su trabajo es cuidar de los niños”. Ahora a menudo se encuentra con carteles dibujados por niños con las palabras de agradecimiento. Incluso la policía local admira al maestro.