La perra pastor fue visto por un pescador en la bahía de Moreton, la sacó del agua y de inmediato se dirigió a la guardia costera.Todo lo sucedido es una prueba más de que los perros son los amigos más fieles y devotos.

Eso tuvo lugar en Australia.El pescador se fijó en una perra pastor, que con sus fuerzas intentaba nadar hasta la orilla. Una caja de aparejos de pesca flotaba cerca de ella. El pescador la ayudó a salir y le llamó a la guardia costera.

Estaba claro que había ocurrido un problema: el barco se había volcado en alguna parte. En ese momento, se reunió todo un grupo de rescatistas.Fue llevada a la orilla, pero ella gemía todo el tiempo y se precipitaba al agua.

La operación de la búsqueda duró varias horas y gracias a Dios todo terminó bien: el hombre fue encontrado. Se aferró al bote volcado, que ya se estaba hundiendo lentamente.El hombre dijo que perdió el control del barco y por el movimiento repentino él y la perra fueron lanzados en diferentes direcciones. Pero lo que más impactó a todos fue cómo ella pudo nadar durante tanto tiempo para ayudar a su dueño. Y él, a su vez, esperaba que todo estuviera bien con la mascota.

Vale la pena señalar que este no es el primer caso conocido de perros que le salvan a su dueño. Al final resultó que ella nadó durante 11 horas para ayudar a su amigo.