Las uñas largas siempre están de moda, pero dejarlas crecer puede causar un problema para muchos. Cornelia Adams, de 59 años, no solo logró el éxito, sino que demostró que con uñas de 30 cm de largo vive bien.Ella comenzó a dejarse crecer las uñas en 1989 y desde entonces las tijeras no las han tocado.Eso fue por culpa de su madre. La niña vio las uñas largas de su madre y quería tener las mismas uñas.

Pero cuando Cornelia se dejó crecer las uñas, quiso aún más. Adams se acostumbró rápidamente a la longitud extrema y se ha sentido cómoda durante 33 años. La gente a su alrededor se sorprendió de cómo podía hacer las tareas del hogar con sus uñas largas.Resultó que todo es muy simple. Hace casi todo con los nudillos.

“Si necesita tomar algo, dobla los dedos y las uñas quedan en la parte interior de la mano. Así no le molestan en absoluto”, explicó nuestra heroína. Para Cornelia, el único problema es la cocina. Pero, a pesar de eso, ella no quiere separarse de tal longitud de uñas. Con los años, se acostumbró a sus uñas y ya no puede imaginar su vida sin ellas.

“Lo mejor de las uñas largas es la atención”, dice Cornelia.Sin embargo, esta atención suele ser también negativa. Le preguntan mucho sobre la manera de su vida, las dificultades que tiene debido a las uñas.Cornelia responde con entusiasmo a esos comentarios y trata de dejar claro que está feliz y no tiene problemas.