De acuerdo con los reportes más recientes, la población de vaquitas en su hábitat natural se ha reducido a 10 individuos, lo que pone en peligro a otra especie importante en el mundo.

Estos pequeños cetáceos viven en la parte norte del Golfo de California y han estado en peligro de extinción durante un largo período. En 1997, la población de vaquitas era de 600 individuos, mientras que en 2017 se había reducido a solo 30.

Los últimos informes alertan sobre el peligro inminente del futuro de las vaquitas, ya que solo quedan diez individuos de esta especie, Phocoena sinus, que puede alcanzar una longitud de unos 5 pies y un peso de alrededor de 120 libras. La vaquita habita en aguas cálidas y poco profundas y es conocida por su estilo de vida solitario.

Las vaquitas son especiales porque son la única especie de marsopa que puede sobrevivir en aguas cálidas, mientras que todas las demás necesitan agua más fría que los 68°F. También se les conoce como “pandas marinos” por los anillos negros que rodean sus ojos.

A pesar de que los pescadores no las persiguen agresivamente, a diferencia de los rinocerontes blancos que estuvieron a punto de extinguirse por la caza furtiva, las vaquitas están en peligro debido a los métodos tradicionales de pesca en México que utilizan redes de arrastre para capturar especies en peligro de extinción, como la totoaba.

A pesar de que la totoaba está prohibida en México, su pesca y uso de redes de arrastre continúa debido al alto valor que tiene en el mercado ilegal de China, donde se considera un manjar y puede llegar a costar hasta $50,000. Esto estimula a los pescadores locales a continuar con estas actividades ilegales.

Todo esto afecta a las vaquitas, ya que aunque las redes atrapan totoabas, también capturan pequeñas marsopas marinas que se enredan en las redes.

Recientemente, Andrea Crosta de la Liga Internacional de Protección de la Naturaleza visitó México, donde varias fuentes confirmaron que el número de vaquitas vivas es críticamente bajo.

Existe preocupación sobre la posible muerte de las vaquitas sobrevivientes durante la temporada ilegal de pesca. A pesar de las medidas legales y la información proporcionada por grupos como WWF y Viva Vaquita, algunos ecologistas esperan rescatar y criar en cautiverio a algunas vaquitas.

Lamentablemente, un intento de rescate realizado en 2017 por la organización Vaquita CPR fue un fracaso, ya que la hembra de marsopa rescatada no pudo sobrevivir al estrés del traslado.

Krasta nos insta a seguir luchando por las vaquitas, ya que organizaciones como la Elephant Action League y Sea Shepherd continúan monitoreando el Golfo de California y descifrando las rutas de contrabando en China.

Él enfatiza que incluso si todas las vaquitas son exterminadas, es nuestra obligación revelar la verdad y llevar a los responsables ante la justicia, quienes por cierto no son los pescadores.